UNA LECCIÓN DE PROXIMIDAD

Al establecer la cuadra como la unidad geográfica de análisis más pequeña, la policía puede recopilar información de primera mano para diseñar estrategias de seguridad a la medida y mejorar el trabajo policial calle por calle.

Los canales formales que articulan a los habitantes de más de 10,000 cuadras con la policía de proximidad son las redes vecinales, que se sostienen sobre el principio de que la ciudadanía debe participar activamente en la construcción de seguridad y no sólo estar a la espera de resultados. Los habitantes de Nezahualcóyotl, al vincularse, proponer y supervisar el quehacer policial, pueden convertirse en agentes de cambio en la construcción de ambientes seguros para su comunidad.

ASÍ FUNCIONAN LAS REDES:

Los oficiales de policía se presentan con los vecinos, con quienes se reunirán regularmente. Crean un grupo de WhatsApp, por medio del cual los ciudadanos están en contacto con el policía de su cuadrante y con el jefe del sector.

Posteriormente, vecinos y agentes realizan un recorrido exploratorio por la calle para recabar información sobre factores de riesgo vinculados con la delincuencia, como alumbrado en mal estado, puntos de consumo de alcohol, inmuebles abandonados; además, toman nota de los servicios públicos no atendidos: coladeras rotas, falta de pavimento, basura en las calles, etcétera.

Toda esta información se registra en una aplicación móvil que alimenta, a su vez, un sistema de registro y monitoreo de las redes vecinales. Esta plataforma digital tiene un módulo de Consulta, Seguimiento, Monitoreo y Evaluación (COSMO), que permite conocer el avance por zonas y sectores, las estadísticas de demandas por cuadra y cuadrante, y un mapa interactivo con todas las redes vecinales.

Los policías de proximidad se coordinan con otras áreas de la Dirección General de Seguridad Ciudadana para atender las demandas ciudadanas y analizar los factores de riesgo relacionados con la inseguridad. Además, canalizan las peticiones relacionadas con servicios públicos a las dependencias responsables del ayuntamiento —como Obras Públicas, Desarrollo Social o Instituto de la Juventud—.

Este modelo de proximidad ha rendido frutos. Entre 2016 y 2019 se registró una mejora en la confianza que tienen los ciudadanos en la policía municipal de Nezahualcóyotl: pasó de 51% en 2016 a 67% en 2019 (ENSU).

TAMBIÉN HAY ÁREAS DE OPORTUNIDAD:

La policía municipal no tiene un plan definido para que cada jefe de sector realice reuniones de seguimiento y rinda cuentas a los ciudadanos sobre los avances de sus demandas y los acuerdos establecidos.

Tampoco se aprovecha la información recabada a través de las redes vecinales para la operación policial y el diseño de estrategias de seguridad

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